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Origen

En 2005, tras haber abierto oficinas en Polonia, China y Emiratos Árabes, Estudio Lamela gana el concurso para el Call Center Santander en Querétaro (México), junto con Springall+Lira como socio local. El proyecto conceptual y de licencias se desarrolla en las oficinas de Madrid, trasladándose el equipo a Ciudad de México para la etapa de proyecto ejecutivo.

Al desarrollo de ese importante proyecto le siguen varios concursos exitosos y algunos encargos directos que se desarrollan en la recién creada oficina de Ciudad de México.

A partir de la crisis del 2008, se invita al director general en México a convertirse en socio, quedándose encargado de la oficina mexicana, que a partir de ese momento trabajará de manera independiente, aunque vinculada a la oficina central, modificándose el nombre por el de lam arquitectos, a modo de acrónimo del nombre del que deriva.

Desde entonces y a lo largo de estos primeros 18 años, la oficina ha desarrollado más de 350 proyectos, incluyendo planes maestros, viviendas, corporativos, comercial, hotelero, industrial y aeroportuario.

Tras la pandemia del COVID 19, la oficina cambia su sede a la ciudad de Querétaro.

Valores

A través de un cuidado proceso interno, se ha consolidado una empresa que intenta complementar los valores humanos, tan ligados a la valía del equipo interno y externo, con la eficiencia y economía requerida por los clientes.

Tener un equipo con un pensamiento disruptor desde la cultura, el deporte y las diferentes áreas de la arquitectura nos convierte en una oficina con muchas voces, muchas ideas y mucha entrega y compromiso con nosotros mismos y con nuestros clientes.

Nos consideramos una familia más que una empresa. Para nosotros es muy importante la vinculación entre el trabajo y las personas que lo generan. Trabajamos con ideas creativas, pero también con un sistema de calidad que permite desarrollar proyectos de gran escala y complejidad. La sensatez, el orden, la transparencia y la comunicación permanente con el equipo, consultores y clientes, es algo que nos ha permitido sacar lo mejor de todos los implicados y enfrentar con energía positiva cualquier situación.

Al considerarnos una familia ponemos énfasis en que las personas sean mejores cada día entre las que haya empatía y compromiso mutuo.

Hacia el exterior, somos una empresa empática, sensible, equilibrada entre lo creativo y lo financiero; al comenzar un proyecto tenemos en mente a todos los implicados: promotor, inversionistas, constructor, el usuario final, pero también el ciudadano de a pie que quizá no participará activamente en el proyecto, pero vivirá de algún modo el resultado de tanto esfuerzo. Sólo de ese modo entendemos que se conseguirá que el proyecto se mantenga dentro de un precio, se construya a tiempo y todo ello, con la calidad adecuada.

Consideramos que una de las dimensiones más importantes de nuestro trabajo es trabajar con la funcionalidad, el bienestar y las emociones. Para conseguirlo, trabajamos con equilibrio, inteligencia, creatividad, entrega y mucho cariño.

Intentamos tener siempre presente poder ayudar a todos los implicados a trascender, colaborando en la evolución de todos los que forman parte de este gran equipo interno y externo.