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El terreno, de 13,391.27 m², se encuentra en Jiutepec y limita con el hotel Misión del Sol, un kínder y la calle Atilio Montaño, que es el único acceso vehicular. El proyecto enfrenta un desafío topográfico debido a un desnivel de hasta 7.5 metros y la presencia de numerosos árboles que se intentarán conservar o trasplantar.
La propuesta arquitectónica, desarrollada en colaboración con Marván Arquitectos, se divide en dos edificios (A y B), correspondientes a dos fases de construcción, diseñados para optimizar la funcionalidad y minimizar la rotación de empleados. Los edificios están planeados para una ocupación gradual y cada uno contará con más de 1,000 puestos operativos, además de espacios para supervisores, líderes, coordinadores, gerentes y analistas.
El diseño busca una imagen atractiva y funcional, con especial atención a la durabilidad y facilidad de mantenimiento. La fachada se ha diseñado para mejorar el aislamiento térmico y reducir el consumo energético, teniendo en cuenta la alta carga de aire acondicionado prevista. Además, se busca cumplir con la certificación LEED para asegurar la calidad y sostenibilidad del edificio.
El acceso al terreno se realiza únicamente por la calle Atilio Montaño. Los edificios cuentan con un estacionamiento subterráneo para maximizar las áreas verdes y de esparcimiento. El estacionamiento se ventila de manera natural gracias al desnivel del terreno.
El edificio A alberga la mayoría de las funciones comunes, como vestíbulos, cafetería, área médica, sala de ocio, recursos humanos, y formación. Este edificio está conectado al edificio B mediante un camino arbolado y un puente peatonal. El diseño exterior incluye áreas de descanso, una cancha multiusos, un auditorio abierto y un huerto, promoviendo tanto la relajación individual como la interacción social.
El terreno, de 13,391.27 m², se encuentra en Jiutepec y limita con el hotel Misión del Sol, un kínder y la calle Atilio Montaño, que es el único acceso vehicular. El proyecto enfrenta un desafío topográfico debido a un desnivel de hasta 7.5 metros y la presencia de numerosos árboles que se intentarán conservar o trasplantar.
La propuesta arquitectónica, desarrollada en colaboración con Marván Arquitectos, se divide en dos edificios (A y B), correspondientes a dos fases de construcción, diseñados para optimizar la funcionalidad y minimizar la rotación de empleados. Los edificios están planeados para una ocupación gradual y cada uno contará con más de 1,000 puestos operativos, además de espacios para supervisores, líderes, coordinadores, gerentes y analistas.
El diseño busca una imagen atractiva y funcional, con especial atención a la durabilidad y facilidad de mantenimiento. La fachada se ha diseñado para mejorar el aislamiento térmico y reducir el consumo energético, teniendo en cuenta la alta carga de aire acondicionado prevista. Además, se busca cumplir con la certificación LEED para asegurar la calidad y sostenibilidad del edificio.
El acceso al terreno se realiza únicamente por la calle Atilio Montaño. Los edificios cuentan con un estacionamiento subterráneo para maximizar las áreas verdes y de esparcimiento. El estacionamiento se ventila de manera natural gracias al desnivel del terreno.
El edificio A alberga la mayoría de las funciones comunes, como vestíbulos, cafetería, área médica, sala de ocio, recursos humanos, y formación. Este edificio está conectado al edificio B mediante un camino arbolado y un puente peatonal. El diseño exterior incluye áreas de descanso, una cancha multiusos, un auditorio abierto y un huerto, promoviendo tanto la relajación individual como la interacción social.
