> banco central Mauritania
El Banco Central de Mauritania, desarrollado en colaboración con Estudio Lamela, se sitúa en un terreno rectangular de 90 x 30 m², orientado de este a oeste, con las fachadas más largas orientadas hacia el norte y el sur. La fachada norte se abre a una nueva plaza, otorgando mayor representatividad al edificio.
El edificio se compone de tres cuerpos. La planta baja, diseñada casi sin ventanas para mostrar seguridad, presenta un único hueco horizontal que divide el edificio en dos: el acceso y vestíbulo de control por un lado y una zona de bóvedas seguras por el otro. Las puertas de acceso peatonal en cada fachada están enfrentadas para permitir un paso a través del edificio, manteniendo un vestíbulo seguro con tornos laterales.
Entre los niveles 4 y 12 se encuentran las oficinas y espacios de reunión. La planta más alta alberga la sala de oración y las oficinas de los directivos, que disponen de un patio en doble altura conectado al jardín superior, cubierto por una estructura ligera que protege esta parte del edificio.
El nivel 3, una zona técnica, separa el cuerpo bajo en contacto con la plaza de la zona de oficinas, mejorando la distribución interna. El acceso de planta baja utiliza materiales cálidos visibles a través de una fachada acristalada, contrastando con el exterior cerrado que proyecta una imagen de fortaleza.
El estacionamiento se ubica en los sótanos, con dos opciones: seis niveles bajo rasante o 2.5 niveles bajo la plaza, con estacionamientos y bóvedas. Las fachadas presentan una celosía de concreto con diseños geométricos tradicionales y una segunda piel perforada en la fachada sur para controlar el soleamiento. La fachada norte es más abierta, mostrando actividad hacia la plaza. La cubierta adicional resuelve el exceso de asoleamiento y permite un jardín en la azotea para el uso de los directivos.
El Banco Central de Mauritania, desarrollado en colaboración con Estudio Lamela, se sitúa en un terreno rectangular de 90 x 30 m², orientado de este a oeste, con las fachadas más largas orientadas hacia el norte y el sur. La fachada norte se abre a una nueva plaza, otorgando mayor representatividad al edificio.
El edificio se compone de tres cuerpos. La planta baja, diseñada casi sin ventanas para mostrar seguridad, presenta un único hueco horizontal que divide el edificio en dos: el acceso y vestíbulo de control por un lado y una zona de bóvedas seguras por el otro. Las puertas de acceso peatonal en cada fachada están enfrentadas para permitir un paso a través del edificio, manteniendo un vestíbulo seguro con tornos laterales.
Entre los niveles 4 y 12 se encuentran las oficinas y espacios de reunión. La planta más alta alberga la sala de oración y las oficinas de los directivos, que disponen de un patio en doble altura conectado al jardín superior, cubierto por una estructura ligera que protege esta parte del edificio.
El nivel 3, una zona técnica, separa el cuerpo bajo en contacto con la plaza de la zona de oficinas, mejorando la distribución interna. El acceso de planta baja utiliza materiales cálidos visibles a través de una fachada acristalada, contrastando con el exterior cerrado que proyecta una imagen de fortaleza.
El estacionamiento se ubica en los sótanos, con dos opciones: seis niveles bajo rasante o 2.5 niveles bajo la plaza, con estacionamientos y bóvedas. Las fachadas presentan una celosía de concreto con diseños geométricos tradicionales y una segunda piel perforada en la fachada sur para controlar el soleamiento. La fachada norte es más abierta, mostrando actividad hacia la plaza. La cubierta adicional resuelve el exceso de asoleamiento y permite un jardín en la azotea para el uso de los directivos.